Se crean implantes de dopamina para revertir efectos del Parkinson
En los pasados días la UNAM (Universidad Autónoma de México) ha publicado los alentadores resultados de una investigación llevada a cabo por Dra. Patricia Vergara Aragón en la facultad de Medicina; un exitoso estudio médico cuyos resultados han representado un claro avance contra la enfermedad crónico degenerativa del cerebro llamada mal de Parkinson.
Este estudio llevado a cabo en ratas de laboratorio, ha demostrado la viabilidad de utilizar pequeños implantes en el cerebro que gradualmente liberen la sustancia dopamina, un elemento que funciona como un neurotransmisor esencial para las funciones principales del cerebro. Los resultados positivos obtenidos durante este experimento han logrado colocar a México en la vanguardia de esta materia, así mismo, se pueden destacar los siguientes logros:
- Se desarrollaron implantes hechos con dióxido de titanio, que a través de sus microscópicos poros es capaz de filtrar la sustancia de dopamina directamente en el cerebro.
- El siguiente logro fue poder mantener la sustancia dopamina en óptimas condiciones durante al menos dos años; lo que significa un tratamiento a plazos largos y efectivos.
- Se pudo comprobar la biocompatibilidad entre el tejido cerebral donde debe ser implantado el dispositivo y los reservorios de dióxido de titanio que administrarán gradualmente la dopamina.
- Finalmente, gracias a este innovador tratamiento todas las ratas de laboratorio que presentaban deficiencias motoras debido a la enfermedad de Parkinson tuvieron una clara mejora en sus funciones motoras, revirtiendo los efectos del Parkinson.
Estos resultados tan alentadores abren las puertas a nuevos tratamientos para enfermedades relacionadas a problemas con los neurotransmisores; además de reducir los costos con respecto a los actuales tratamientos que utilizan los pacientes de Parkinson o enfermedades relacionadas.
El siguiente paso de la investigación conducida por la Dra. Patricia Vergara Aragón apuntan hacia las pruebas en animales con mayor longevidad y posteriormente poner la mira en formalizar protocolos para empezar las pruebas con seres humanos afectados por esta terrible enfermedad degenerativa.
